miércoles, 16 de noviembre de 2011

Corbeteando...

Parecía un lunes sin pena ni gloria. Después de la Misión Comercial que tuvimos la semana pasada, el lunes pintaba relajada, contestar unos cuantos correos y poco más. Algo me iluminó por la mañana para que no me pusiera vestidito, aunque claro, como por la noche tenía cumpleaños y no iba a pasar por casa iba mona a trabajar. Keep in mind: pantalones rosa palo, camisa blanca, cinturón marrón a juego con un collar del mismo color y para completar el modelito cuñas bien altas y bolso también en rosa palo y unos pendientes bien grandes. Ah! y la melena al viento, que no se diga.

Bueno, pues ahora que me tenéis visualizada seguimos con mi lunes. Mi querido jefe me dice a las 2 de la tarde que hay una fragata española que ha atracado en Lagos por un par de días, que si queremos ir con los del consulado a visitarla. ¡Pues claro! Me faltó tiempo para apuntarme. A ver qué se cuentan los marineritos.

Seguid teniendo en mente mi atuendo.

Pues nada, quedamos en el club de vela con la gente del consulado para coge un barquito-taxi. Yo, feliz, pensé que la fragata estaría atracada en el puerto de Lagos. Noooooooo. Estaba en alta mar, esperándonos a 30 minutos de barquito-taxi con los marineritos dorados al sol de las aguas africanas.Como os podeis imaginar ya solo coger el barquito-taxi fue un espectáculo porque no dan mucha seguridad y van un par conduciéndolo que tienen poca pinta de marineros experimentados, eso sí con unas pedazo de kalashnikov. Que no falten.

Por el camino ya me iba yo oliendo que no iba muy apropiada para la aventura el día. Voy a subir a una fragata en alta mar con cuñas de 10 centimetros, no problem. ¿sabeis el momento en que te entra la risa nerviosa? Pues ya nos acercamos a la fragata, que resultó ser una corbeta y nos disponemos a subir desde nuestra barcucha enana y vuelnerable, a esa pedazo de barco. Método de ascensión: 2 cuerdas y 3 palos. Dejé mis tacones y el bolso antes, y me dispuse a subir por aquella escalinata ante la atenta mirada de toda la tripulación (100 personas) que yo creo que estaban apostando a ver cuál de los 5 se caía al mar mientras subía.

Una vez arriba (gracias a los fornidos brazos de un par de militares) estamos a bordo. La corbeta una pasada, fueron super amables y nos enseñaron todas las partes del barco (que por cierto llevaban 2 semanas sin aire acondicionado, así que entre eso, el movimiento pendular y que no habíamos comido, acabamos con el cuerpo del revés). Las vistas de Lagos desde allí eran increíbles parecía una ciudad civilizada y todo desde la distancia. El atardecer fue precioso y ver la inmensidad del océano me sobrecogió.

Claro que todo lo que sube baja, y eso parecía más difícil porque no habría brazos de marinero esperándome si no al nigeriano del barquito-taxi con el kalashnikov. Y de nuevo las cabezitas asomadas para ver cuál era el pescadito que se caía al mar. Lo solventamos con dignidad aunque mis pantalones tenían unas preciosas manchas negras y tenía el pelo que no se podría desenredar en 3 días. Pero solo las vistas y respirar aire sin humo de coche mereció la pena.

Para los que no os hayais hecho una idea clara de lo poco apropiada que iba al evento os pongo unas fotillos. Os aseguro que fue mucho menos digno de lo que parece.






Estos planes inesperados y diferentes a los que tenemos por Madrid es lo que hace tan interesante este año.
¡Hasta el próximo lunes con aventura!

2 comentarios:

  1. xD, sabes que la Lomana aprobaría de sobra tu atuendo. en este momento te estoy envidiando tanto... ya tu sabes nena ... jajajaja

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  2. Seguro que lo pasaste genial y eso es lo que cuenta! por supuesto yo tb apruebo tu vestimenta nena! que no se diga :)

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